Lo que un día me dijo Chávez
Muchos que estuvieron permanentemente al lado de Hugo Chávez
podrán escribir mucho más que yo sobre lo que él pudo decirles, aunque no veo
que lo hagan. Yo apenas tuve la oportunidad de compartir cuatro veces con él de
manera directa, y una de ellas es de mi especial valoración y eterno recuerdo.
Tuve la oportunidad de ser Presidente de la Fundación Escuela
Venezolana de Planificación en el 2008, y en ese período fuimos lo
suficientemente activos como para que el Presidente decidiese ir en ese corto
período 4 veces a nuestras instalaciones en La Rinconada, una de ellas fue la “Entrega
de financiamiento a organizaciones del Poder Popular”, el 15 de abril de 2008.
El Presidente, después de desarrollar un recorrido por los puestos de exhibición
de algunas de las organizaciones comunales financiadas me dijo, tal como me
llamó en las pocas oportunidades que coincidimos: “Carajito, acompáñame a la
librería”.
Finalizado el acto, dentro de la Fundación Escuela Venezolana
de Planificación estaba (no sé si aún) una de las Librerías del Sur mejor
dotada del país, y el Presidente Chávez disfrutaba de entrar en sus
instalaciones, ver y seleccionar libros cada vez que la agenda se lo permitía.
Al entrar en la librería, sólo estábamos el encargado de la
misma, el Presidente y yo, pero antes de proceder a hacer el recorrido y
selección de libros, previo a alguna reflexión sobre el autor y el título de
los mismos, se detuvo un momento y giró instrucciones para que la abrieran
paso, deseaba ir al baño, por lo que preguntó cuál era el más cercano. Al regresar, en una de esas ocurrencias
típicas de él, volteó dónde el encargado de la tienda y al estirar su pantalón
en el entre piernas delantero le dijo: “bueno chico, no me mires así, jajaja,
yo también soy humano y si me molesta el pantalón y me aprieta una bola, me la
acomodo.”
Entre risas y otros comentarios anecdóticos de aquella
aparente “majestad presidencial” que se olvida de lo más sencillo del ser
humano que encarna dicho rol, pasó a comentarme los errores que había observado
en el evento, tanto de contenido como de forma, por lo que antes de pasar a
escoger algún libro, pidió que llamarán al Ministro Izarra y la Ministra
Farías, responsables organizativos de la actividad.
Ya con los Ministros al frente, palabras más, palabras menos
les dijo:
¿Ustedes creen que este acto logró los objetivos?, ¿Ustedes
creen que yo soy eterno y que voy a estar siempre para decirles que hacer?, ¿Qué
harán cuando yo no esté?, ¿Qué harán cuando yo me muera?
Y después de dar un par de instrucciones y críticas
adicionales, y habiéndose retirado los ministros, se volteó a mí y me dijo:
“Carajito, estoy solo, muy solo.”
Ustedes se preguntarán qué hice yo, sólo lo escuche cuál
amigo que escucha en la intimidad de una confesión de alguien que se siente como
dice estar: solo. No tenía yo la confianza como para decirle que no lo estaba,
que tenía a un pueblo, pero a su vez comprendí que no me estaba hablando el Presidente,
me estaba hablando el ser humano Hugo Chávez, que ya en el 2008 se sentía solo,
sin la compañía de quienes debían estaban a su lado, de ese equipo que lo rodeó
durante años, pero que al final lo hacían sentir así, aunque él, no tengo duda,
los amaba.
Ajeno a ese círculo, expectante de ese episodio, al final
terminé acompañando al Presidente a buscar unos buenos acompañantes: los
libros, y duramos cuarenta minutos discutiendo sobre algunos textos, algunos
autores y comprometiéndome, por petición de él a hacer una selección permanente
de los libros que distribuyera la Librería del Sur, porque “nadie me los hace
llegar”, me decía. Además, me pidió un resumen y análisis de los libros claves
que considerase hacerle llegar, y así lo hice durante 6 meses, hasta que
decidieron interrumpir y sabotear la posibilidad de seguir haciéndole llegar lo
que él expresamente había solicitado. Desde ese momento fue imposible que se
cumpliera su instrucción.
Hoy, con la madurez que me proporcionan un poco más de años y
de experiencia, me permito recordar ese episodio, y compartirlo con ustedes
para decir a los cuatro vientos lo que en su momento pensé decirle y por
timidez no le dije:
¡Chávez, hoy más que nunca no estás solo, estás con todo un
pueblo que hoy te recuerda y te juro que haremos juntos, unidos como pueblo,
lejos de la corrupción, sin los corruptos y verdaderamente desleales y
traidores de tus lecciones de vida, que tu legado sea eterno!
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ResponderEliminarEsta confesión del Sr. Evans, produce inferencias enormes, que confirmarlas sería tan imposible como viajar a la luna (no creo que los gringos hayan llegado). Una de las inferencias es: si Chávez estuvo solo, es porque realmente no tenía amigos en su propio gobierno y “su” partido. Que Maduro y Cabello, entre otros de sus acólitos, además de la propia familia de Chávez, son tan corruptos que lo extorsionaban (a Chávez), achacándole las culpas de la corrupción que ellos y la familia de Chávez cometían, y de denunciarlo o difundirlo, caería con todos ellos. Quizás por esto enfermó de cáncer, se recuperó un poco, se reeligió, recayó en el cáncer por los enormes escrúpulos que tenía y por la baja ventaja con la que fue reelegido (63% 2006 vs. 55% 2012 y no alcanzó los 10MM de votos). Los escrúpulos, aunque no está confirmado científicamente, son una de las razones para que una persona enferme y recaiga en el cáncer, quizás por esto Chávez con toda y su condición presidencial, para acceder a tratamientos médicos, no se curó nunca… Nada de esto exonera a Chávez, porque ha debido denunciar a las cofradías chavistas corruptas, aunque él volviese nuevamente a la cárcel, de donde sin duda, sería rescatado en un futuro, por las masas, para regresar al poder y salvarlas tanto de la corrupción chavista como de la burguesía nuevamente en el poder, porque con Maduro y Cabello en el poder, la burguesía lo más probable rescaten el poder, no en balde, espero equivocarme
ResponderEliminarA mí Chavez me dijo:
ResponderEliminar"Cuando yo muera, seré devorado por los vivos"
y yo le dije:
"Eso como que lo dijo Sartre hace más de cincuenta años"
Y él me dijo:
"Casi todas mis frases e ideas están inspiradas en grandes hombres"
y yo le dije:
"Tu también eres un gran come muerto"
Y el me dijo:
"También me he comido a más de un vivo"
Y yo preferí despertarme antes de ser comido.