Exclusión
y “Unidad” en el Psuv y el chavismo.
Nicmer N. Evans
@NicmerEvans
evansnicmer.blogspot.com
Groucho Marx (actor,
escritor y comediante) decía que: “…estos son mis principios; si no le gustan;
tengo otros.” En clara alusión a lo pragmático que pueden ser los valores de
derecha.
Hoy dentro de la cúpula del
gobierno y del partido, existe la capacidad de desdoblar los valores como
siempre lo hace la derecha, al punto que una exclusión, tal como la hemos
vivido Heiber Barreto, Carlos Hurtado, mi persona y otros dirigentes regionales
dentro del Psuv al no aparecer en los registros oficiales del partido ni
siquiera como militantes, es señalado por sus responsables como parte de las “acciones
divisionistas de un grupo de 5tas columnas pagados por la CIA” ya que “nosotros
mismos nos excluimos para desestabilizar”, cuando lo claro y evidente es que
esta exclusión, aún sin pronunciamiento oficial por parte de ninguna autoridad
del Psuv, es una clara acción divisionista de la cúpula del partido que se
llena la boca repitiendo la frase del Comandante Chávez: “Unidad, lucha,
batalla y victoria”, pero quienes de facto disuelven la unidad ante la crítica,
son aquellos que tienen el poder, la cúpula ilegítima del Psuv, ya que han
sustituido de hecho a la Dirección Nacional legítimamente electa, quedando la
militancia huérfana de si quiera una instancia de apelación de las
arbitrariedades totalitarias de una cúpula viciada de 4to republicanismo.
Las consecutivas acciones en
contra de una corriente socialista y chavista dentro del Psuv (Marea
Socialista) que se reúne, como lo hizo el 14 y 15 de noviembre para debatir
propuestas de salida ante la crisis, el decreto de disolución de las corrientes por parte de
un burócrata, y el decreto de guerra a muerte contra la crítica y la propuesta
a través de la llamada “Misión Sapo”, lo que pone en evidencia es el deterioro
progresivo de una dirigencia que perdió el rumbo, que convoca a tolerar a “Chino
y Nacho” por las ganancias en dólares preferenciales que eso genera a pocos, pero
que niega el diálogo y la tolerancia entre quienes han demostrado haber sido
capaces de dar la vida por el proyecto revolucionario y socialista encabezado
por Hugo Chávez.
Hoy ya el asunto no es que
estemos en crisis, llamemos a las cosas por su nombre, existe una estafa a la
nación, y quieren hacer pagar esta estafa al pueblo, para lo que necesitan un
chivo expiatorio, y esos ya no son los que forman parte de la cúpula de la
oposición, porque están desgastados, porque son ya sus aliados, porque entre cúpulas
se entienden. Hoy el chivo expiatorio es todo aquel que con moral asuma el
legado de Chávez sin retórica, sin cinismo, que critique a la burocracia y al
capital corrupto como cómplices del deterioro de un proceso que nació para
luchar contra lo que hoy práctica.
Nuestra exclusión del Psuv,
aún sin pronunciamiento oficial, es la expresión clara del cinismo de aquellos
que hablan de democracia participativa y protagónica y transparencia, pero
jamás han dicho oficialmente cuantos militantes participaron en la escogencia de
delegados al Psuv.
Lo que reclamamos a lo
interno son espacios de debates entre iguales, y no entre élites constituidas
en nuevas clases sociales y el “lumpen
chavista” tal como ya nos califican las cúpulas. Aquellos, los autoerigidos “hijos
de Chávez” nunca han comprendido que tal como nos empoderó el comandante “todos
somos Chávez” y si eso es así, ustedes,
nuestros hijos, deben obedecer las directrices de Chávez aún: el pueblo.
Lamento esta situación, ya
que no es fácil ser objeto de ataque tanto de la cúpula gobiernera como de la opositora
que hoy levanta también su voz en contra de que nosotros desde Marea defendamos
el legado de Chávez, nos asumamos chavistas, y sigamos convocando al Presidente
Maduro a rectificar el rumbo. Tengan claro en las cúpulas de la oposición que
ustedes dejaron de ser alternativa para el país hace ya mucho tiempo, y que la posibilidad
de avanzar está en no volver al pasado, ya que más bien se debe aprender de él
y sus errores.
A todo aquel que está
indignado, a todo aquel que ha sido excluido, a todo aquel que quiere aportar
algo, nuestro llamado desde Marea Socialista ha sido, organización. A
constituir equipos promotores de Marea Socialista en cada rincón del país donde
exista la esperanza de que el chavismo sea la opción, donde exista la voluntad
de aportar democráticamente al país que queremos, y que deseamos construir un
socialismo a la venezolana que hoy se ve desdibujado por los desaciertos de la
cúpula.
A aquellos decepcionados y
excluidos por la cúpula opositora, también va nuestro mensaje. Sabemos que
muchos se fueron a la oposición, aunque votaron por Chávez en algún momento,
porque los desmanes del entorno del presidente fueron “mata votos”, pero
sabemos que en el fondo, Chávez sigue siendo la referencia de lo que sabemos
que es posible lograr, siempre que nos tracemos como meta superar la cultura
rentista que nos domina.
Vamos a sumar, en el
esfuerzo de “Unión, lucha, batalla y victoria” más grande que nunca se haya
hecho en Venezuela, para así lograr que el sueño de Bolívar se haga realidad: unidad
con el pueblo, unidad popular.
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