Las cúpulas divisionistas y Chavistas
contra Chavistas.
Nicmer N. Evans
@NicmerEvans
evansnicmer.blogspot.com
Impedir que Marea Socialista
realizara un foro convocado por los trabajadores dentro de las instalaciones de
Fama de América La Yaguara, seguido de la suspensión de un foro convocado en el
Ciara porque su expositor “es de Marea Socialista”, convocar a denunciar a todo
aquel que “atente contra la unidad” sólo porque critique y genere propuestas
alternas a los errores que se están cometiendo, suministrando un número de
teléfono y correo electrónico para poner a pelear a chavistas contra chavistas
en lo que se ha dado por llamar “Misión Sapo”, encabezada por aquel mismo
dirigente que fue el primer suspendido dentro del Psuv por casi un año por disentir
de la participación del Psuv para las elecciones del 2007, y la tapa del
frasco: un Alcalde que sale a la defensa de unos artistas de comprobada
posición adversa al proceso revolucionario, convocando a la tolerancia diciendo
“A lo único que debemos temer es a ser presa de la intolerancia, que es marca
del fascismo”, Alcalde que se caracteriza por cierto, por sus amplios niveles
de intolerancia, son sólo algunos de los elementos que siguen desbordando el
vaso de la torpeza de la burocracia.
Sobre todos estos acontecimientos,
deseo expresar mi mayor descontento y mi más grande preocupación, ya que todo
lo anterior ocurrido en apenas dos semanas, sumado al evidente saboteo en las
salas de Parque Central al Seminarios para la formulación de propuestas de gobierno
para salir de la crisis, donde entre otros estuvieron Ana Elisa Osorio y Hector
Navarro, miembros de la Dirección Nacional del Psuv ( aun cuando Hector Navarro
se encuentre en un limbo de indefensión en un seudotribunal disciplinario), y
que fue objeto dos veces de la suspensión del servicio eléctrico en dos salas
distintas, lo que demuestra es que esa advertencia que hace el Alcalde de “ser
presa de la intolerancia, que es marca del fascismo” sólo aplica a quienes
significan un jugoso negocio de artistas que cobran en dólares en su propio
país, y en general, la tolerancia sólo se aplica a todo aquello que signifique
un buen negocio de sustanciales comisiones, pero para aquellos que están
realizando su mayor esfuerzo porque la errática y errónea conducción política no
haga implotar el proceso revolucionario iniciado por el Comandante Chávez, no
sólo deben ser objeto de la intolerancia de la burocracia y la corrupción, sino
que debe gozar de mecanismos institucionalizados para ser señalados,
perseguidos y acosados.
Es por ello que hoy me permito
hacer un llamado a todos aquellos chavistas de corazón, a que no caigamos en el
juego de las cúpulas divisionistas, que creen que tienen la capacidad de
preservar el poder dividiendo y confrontando a las bases, terrible error que
lamentablemente conducirá a una necesaria rebelión de las bases contra las
cúpulas, tarde o temprano.
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