miércoles, 8 de abril de 2015

¿Je suis Kenya?

¿Je suis Kenya?

Nicmer N. Evans
evansnicmer.blogspot.com
@Nicmerevans

La crueldad del ataque de jihadistas somalíes contra jóvenes, especialmente cristianos, en la universidad de Garissa en Kenya en el nordeste del país africano, donde recién fueron asesinados al menos 148 personas, es una muestra del desquicie del mundo.

Resultado de imagen para kenia masacreRazones o excusas religiosas, étnicas, territoriales y de poder siguen sembrado de muerte al planeta. Ya no es la guerra fría ni el comunismo el supuesto motivo, es la persistencia capitalista occidental de querer controlar e invadir todo, y el desprecio por la vida, el amor a la violencia y el terrorismo, sembrado por el mismo capitalismo como arma para imponer otra realidad, las que combaten sin cesar, poniendo en riesgo a inocentes que como siempre, están en el medio de un conflicto que les es ajeno.

El otro problema es que hay unos inocentes más importantes que otros, y ahí también está la trampa occidentalizante. Apenas ayer el mundo gritaba “je suis charlie” ante un ataque de jihadistas en la sede del semanario ‘Charlie Hebdo’, y la conmoción fue tal que al final el nuevo número del semanario vendió más de 7 millones de ejemplares, una trágica muerte producto del terrorismo convertido en un gran negocio. Con Charlie Hebdo fueron 12 los muertos, y sin afán de pesar o valorar la muerte y los muertos del terrorismo, en Garissa fueron 148, y no vemos lluvias de tuiters en solidaridad con los familiares de las víctimas de los mismos jihadistas, pero quizá al no ser en París, no es el mismo glamour.

Lo cierto es que hoy los que creemos en la justicia para todos, condenamos cualquier muerte, cualquier desaparición, pero también lamentamos la hipocresía de sectores sociales que considerar que hay unas víctimas con más glamour que otras, que piensan que el terrorismo es una moda porque no les toca, porque les es ajeno. Por eso hoy debemos decir “Je suis Garissa”, “Je suis Kenya”.


Publicado originalmente en www.theobjective.com


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