¿Je
suis Kenya?
Nicmer
N. Evans
evansnicmer.blogspot.com
@Nicmerevans
La
crueldad del ataque de jihadistas
somalíes contra jóvenes,
especialmente cristianos, en la universidad
de Garissa en Kenya
en el nordeste del país africano, donde recién
fueron asesinados al menos 148 personas, es
una muestra del desquicie del mundo.
Razones
o excusas religiosas, étnicas, territoriales y de poder siguen
sembrado de muerte al planeta. Ya no es la guerra fría ni el
comunismo el
supuesto motivo,
es la persistencia capitalista occidental de querer controlar e
invadir todo, y el
desprecio por la vida, el amor a
la violencia y el terrorismo, sembrado
por el mismo capitalismo como arma para imponer otra realidad, las
que combaten sin cesar, poniendo en riesgo a inocentes que como
siempre, están en el medio de un conflicto que les es ajeno.
El
otro problema es que hay unos inocentes más importantes que otros, y
ahí también está la trampa occidentalizante. Apenas ayer el mundo
gritaba “je suis charlie” ante un ataque de jihadistas en la sede
del semanario
‘Charlie Hebdo’, y la conmoción fue
tal que al final el nuevo número del semanario vendió más de 7
millones de ejemplares, una trágica muerte producto del terrorismo
convertido en un gran negocio. Con Charlie Hebdo fueron 12 los
muertos, y sin afán de pesar o valorar la muerte y los muertos del
terrorismo, en Garissa fueron 148, y no vemos lluvias de tuiters en
solidaridad con los familiares de las víctimas de los mismos
jihadistas, pero quizá al no ser en París, no es el mismo glamour.
Lo
cierto es que hoy los que creemos en la justicia para todos,
condenamos cualquier muerte, cualquier desaparición, pero también
lamentamos la hipocresía de sectores sociales que considerar que hay
unas víctimas con más glamour que otras, que piensan que el
terrorismo es una moda porque no les toca, porque les es ajeno. Por
eso hoy debemos decir “Je suis Garissa”, “Je suis Kenya”.
Publicado originalmente en www.theobjective.com
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