domingo, 21 de junio de 2015

Por qué no votaré el 28J



Por qué no votaré el 28J

No pretendo llamar a la abstención, en conclusión es un asunto interno del Psuv como ha llevado a cabo sus primarias, pero después de haber sido excluido de manera intencional y premeditada siendo militante activo, como una manera de expulsión sofisticada, de la base de datos para poder participar en los últimos dos procesos electorales internos, y al haber abierto el padrón electoral a todos los electores inscritos en el CNE y sin mi expresa voluntad volver a aparecer como votante en estas primarias, me veo en la obligación de expresar mi postura ante tal arbitrariedad. 

El Psuv, segundo partido en el que he militado en mi vida, ya que el primero fue el MVR, convocado por Chávez para ser la esperanza unificadora de voluntades revolucionarias después del estrepitoso deterioro moral del MVR, terminó no sólo reproduciendo los vicios por los cuales el mismo Chávez disolvió el MVR, sino que mejoró y los sofisticó después de la muerte del Presidente Chávez. 

Hoy, después de un reiterado sistema de imposición por cooptación de los candidatos y dirección interna del partido, pretende echar un barniz de democracia en un proceso electoral para escoger candidatos a diputados, con precandidatos que tienen recursos del Estado para hacer su campaña, repartir bolsas de comida al mejor estilo de los adecos en sus buenos tiempos, y tienen a su disposición todos los medios del Estado, por encima de aquellos que desde las bases apenas tienen facebook, Twitter y los mejores, alguna mensajería de texto para difundir sus iniciativas. 

El Psuv tendrá un proceso de primarias en todos las circunscripciones, cosa que no tuvo la oposición, pero eso no la hace ni más ni menos democrática ya que al final, la imposición de "las líneas" por parte del madurismo o el diosdadismo, y sus variantes y resistencias, el jauismo, el bernalismo, el tareksismo, y cualquier otra expresión del personalísimo basado en el poder de los recursos institucionales, terminarán reproduciendo lo que ya está concebido como la estafa seudodemocrática más grande dentro del proceso revolucionario. 

No votaré el 28 de junio, porque ya no soy del Psuv, no sólo porque la dirección del mismo me excluyó de sus bases, sino porque por conciencia he decidido no militar en un partido incoherente entre sus principios y su acción. Hoy el que fuera el partido de Chávez no suma, resta, y ofende a aquellos que ha excluido incorporándolos en una elección donde sólo pueden escoger lo que no han tenido derecho a postular o proponer. 

Aunque existen valiosos hermanos que se han podido postular a las elecciones primarias, adelantó que casi ninguno tendrá la posibilidad de quedar al menos que se presten para los intereses de sectas e "ismos" que en nada pretenden beneficiar al pueblo sin pasar primero por sus intereses económicos o políticos. 

Pero fundamentalmente no votaré el 28 de junio porque no seré cómplice de aquellos que han sido responsables del abandono del proyecto bolivariano y chavista. Incluso, habiendo decidido construir un proyecto alterno, con propuestas al país y que actúa de manera transparente, hoy desde Marea Socialista, esperamos con los brazos abiertos a aquellos que después del 28J comprueben lo que nosotros ya hemos constatado. 

Marea Socialista es hoy la única expresión independiente y alternativa que desde el chavismo pretende superar las taras del proceso, y estando en franco camino de crecimiento y expansión se fortalece, sumando buenas voluntades de quienes hoy están defraudados de las cúpulas de una polarización que es expresión de lo mismo: privilegios, corrupción, fraude, estafa, y ausencia de un proyecto real para todos los venezolanos. 

El 28 de junio, a quienes voten le  respeto su decisión y espero que puedan tener acceso a la información real de los resultados, cosa que no ha pasado en los dos últimos procesos. Mientras tanto, nosotros desde Marea Socialista construimos un proyecto donde todos podrán ser incluidos, con la esperanza de la reconstrucción del legado de Chávez, y la rectificación de las cosas que se deben corregir, deformaciones del proceso que ponen en riesgo el objetivo final, la máxima felicidad posible. 

domingo, 7 de junio de 2015

¡Maduro: no es despolitización, es despolarización, y tú lo sabes!

¡Maduro: no es despolitización, es despolarización, y tú lo sabes!
Nicmer N. Evans
@NicmerEvans

No hay peor ciego que el que no quiere ver. Una dirección política que oculta los problemas, que tergiversa los diagnósticos y pretende engañar a sus propios cuadros políticos medios, no tiene otro destino que el fracaso.

Hemos llamado millones de veces a  la rectificación, hemos convocado a tomar como bandera el diagnóstico y propuestas de gobierno del “Golpe de Timón” con absoluta vigencia casi tres años después, hemos formulado propuestas para la crisis, pero sigue habiendo un ejercicio sordo del poder por el poder mismo. Las verdaderas divisiones internas tienen paralizado al gobierno, lo que conduce a una falta de decisión política y económica que terminamos pagando los que vivimos de nuestro trabajo, mientras los que viven del trabajo de los demás siguen disfrutando de su “conchupancia” con la burocracia y el capital.

En dos recientes intervenciones del Presidente Maduro, primero le dijo incapaz a aquel sector social que nunca ha tenido poder directo, y que con Chávez estuvo a punto de ejercerlo. Cuando el Presidente Maduro el  1ro de mayo afirma que los obreros aún no tienen la capacidad para conducir los asuntos económicos del país, pareciera que quienes en los últimos 200 años han manejado el tema han sido los trabajadores.

El desastre de los modelos económicos aplicados en el país, son consecuencia del ejercicio de poder de la oligarquía, la burguesía y los desclasados, nunca de los trabajadores, que ni siquiera se les ha permitido ejercicio alguno de “control obrero” en empresas del  Estado.

Pero por otra parte, ahora se acusa al pueblo de un proceso de “despolitización”. Lo primero que hay que aclarar es que si esto fuese así, los primeros responsables son los políticos, que como en los 90, alejaron al pueblo de la política, porque la política no daba respuesta a los problemas reales del pueblo, y además sería aceptar la incapacidad del gobierno de Maduro de mantener la pedagogía y la formación de conciencia política del Presidente Chávez en estos últimos tres años.

Pero la verdad, es que aunque de las dos cosas anteriores hay un poco, en Venezuela no existe aún ningún proceso de despolitización. Lo que pasa hoy en Venezuela en un proceso de “despolarización”, que es absolutamente distinto. La gente está asqueada,  cansada, o cuando menos obstinada de la forma de conducción de las cúpulas políticas, tanto de gobierno como de oposición, después de la muerte del único líder en los últimos 30 años en el país, pero tiene más claro que nunca que la salida a la crisis es política, aunque no con los políticos actuales.

La gente, que sigue ampliamente politizada no busca sustituir en su mayoría un Chávez por otro, sino, busca alternativas políticas que emergen lentamente. El desplazamiento del eje político ya no hacia donde imponen las cúpulas, lo conduce es que estás, ajenas a la realidad, piensen que este fenómeno es de despolitización.

Un diagnóstico como este, hace que todo el aparato político del partido de gobierno se desplace a seguir haciendo con más fuerza lo que la gente hoy está rechazando a gritos, y produce un alejamiento aún peor entre la cúpula y la base del proceso revolucionario, desarrollando una criminalización de las bases por las cúpulas, por una ausencia real de un diagnóstico certero.


Es por ello que, fuerzas emergentes y alternas, como Marea Socialista, no sólo deberían hacer una lectura e interpretación de esta despolarización, sino, asumir protagónicamente desde todas sus estructuras orgánicas una política eficiente para ser voceras y receptoras de este reclamo por más y mejor Política, fuera de una ficticia polarización entre iguales. El reto al final es ser diferente y eco de lo que el pueblo demanda.